Silvana Paola Rojas fue aprehendida este viernes en Moreno. Es la pareja de Hernán David Villaverde, quien se encuentra detenido desde el 24 de junio. Ambos están acusados de haber participado, junto a Bernardo Luis Baraj, del asalto y asesinato de la estudiante de psicología de 28 años ocurrido el 2 de marzo de este año.
La mujer de 38 años que se encontraba prófuga desde junio acusada de haber sido cómplice en el robo y asesinato de Jordana Rivero fue detenida este viernes mientras se escondía en la localidad bonaerense de Moreno.
Según informaron fuentes oficiales, Silvana Paola Rojas fue detenida por personal de la comisaría tercera de Moreno, que alertada por una vecina de esa localidad de la presencia de una mujer que se comportaba de manera “extraña” fue hasta el lugar y al identificar a la sospechosa constataron que tenía un pedido de captura activo por un homicidio en Mar del Plata.
Rojas quedó detenida en Moreno y personal de la Dirección Departamental de Investigación fue hasta esa localidad para encargarse de su traslado y se espera que en el transcurso del fin de semana esté ya en Mar del Plata para declarar ante el fiscal Fernando Castro, quien investiga el crimen de Rivero.
Rojas es la pareja de Hernán David Villaverde, el hombre de 32 años que fue detenido en junio. Tanto Villaverde como Rojas están acusados de ser los cómplices de Bernardo Luis Baraj del asalto y asesinato de la estudiante de psicología de 28 años, que fue golpeada y arrojada desde su departamento del séptimo piso de un edificio de Salta entre Luro y 25 de Mayo.
Bernardo Luis Baraj (50), había sido encontrado ese 2 de marzo dentro del del departamento de Rivero, estaba encerrado allí cuando la policía llegó al lugar tras los llamados al 911 que habían alertado que una mujer había caído desde el séptimo piso.
El fiscal Fernando Castro pudo identificar a Villaverde y Rojas a partir de cámaras de seguridad y del relato de algunos testigos que aseguraban haber visto a la joven llegar al edificio de Salta casi Luro acompañada de tres hombres y una mujer.
Lo que los investigadores pudieron reconstruir inicialmente fue que Jordana Rivero y Baraj, un hombre que había llegado a Mar del Plata en el verano y merodeaba el centro de la ciudad, se conocieron el domingo 1° de marzo en el bingo de Entre Ríos y Bolívar.
Por la noche ambos interactuaron, intercambiaron algunas charlas en la calle, y ya en la madrugada del lunes 2 –en el horario de cierre de la sala de apuestas- fueron juntos al departamento de la calle Salta. Pero no lo hicieron solos: iba con ellos otra mujer, quien resultó ser Rojas, y otros dos hombres, uno de ellos Villaverde. Recién a las 7 de la mañana los gritos y un estruendo alertaron a los vecinos, quienes llamaron al 911 para que la propia policía interviniera. Al llegar encontraron solo a Baraj.
El cuerpo de Jordana Rivero yacía en una losa saliente sobre la vereda, en la planta baja. La autopsia confirmó golpes y maniobras de estrangulamiento, además de las lesiones derivadas de la caída de casi 18 metros.
La hipótesis del robo cobró fuerza al notar que había prendas de vestir faltantes y la actividad de tarjetas de débito de Jordana.
Jordana fue atada y golpeada por el grupo para entregar las claves de las tarjetas de débito. Lo que sucedió luego es conmocionante: Baraj se quedó en el departamento con Jordana, mientras los Villaverde, Rojas y el otro hombre se dirigieron a cajeros automáticos a extraer dinero pero no lo consiguieron.
Por motivos que son de investigación, cuando Baraj y Jordana se quedaron solos, el hombre volvió a atacarla hasta que se produjo la caída desde el séptimo piso. Baraj tenía golpes y marcas de rasguños en el rostro, evidencia de que Jordana luchó hasta el final y que fue arrojada al vacío.
El relevamiento de las cámaras mostró otro impactante dato y que fue que, al menos la mujer que formaba parte del grupo, Rojas, regresó al edificio seguramente para conseguir los datos correctos de las tarjetas. Pero al hacerlo, la mujer vio a la policía que ya había llegado al lugar y se dio a la fuga.